El microbioma juega un papel clave en el desarrollo de la respuesta inmune del hospedero y en los procesos de diversas enfermedades. Anteriormente se creía que el microbiota se desarrollaba en la vida postnatal, ahora se sabe que inicia su desarrolla in útero.
Hay evidencia de que una exposición a especies comensales saludables y diversas en etapas tempranas de la vida protegen contra enfermedades crónicas inflamatorias; de forma que pequeñas interrupciones en el desarrollo del microbiota pueden tener efectos duraderos en el hospedero.
Un estudio descriptivo en Brasil, por Carvalho-Ramoset al. describe el efecto benéfico de la lactancia en la composición del microbiota intestinal. A través del estudio de heces en 11 infantes durante un año, monstro que existía un patrón de desarrollo estable en los infantes amamantados de forma exclusiva; que persistía a pesar de la introducción de la alimentación complementaria y administración de antibióticos.
A pesar de ser un estudio descriptivo, la teoría nos habla de que, si la disbiosis aumenta la susceptibilidad a enfermedades, entonces al impactar en su desarrollo en etapas tempranas se puede mejorar el microbiota para modular y prevenir enfermedades.
Fasano, A. Jornal de Pediatría. J Pediatr (Rio J). 2018; 94(3):224---225. http://dx.doi.org/10.1016/j.jped.2017.05.013